Cuando llegues a Ons, el primer paso es acudir al lugar en el que vas a quedarte, sea el apartamento o el camping. Si vas temprano y no puedes entrar hasta la tarde, puedes disfrutar de una mañana de playa para no tener que caminar con tus cosas de un lado para otro. Lleva un bocadillo para esa primera comida y cuando puedas tomar posesión de tu lugar de estancia, deja tus cosas y revisa tu plan. Nuestra recomendación es que te quedes en la playa hasta avanzada la tarde, al menos hasta la siete. Cuando ya comienza a bajar el sol, puedes ir a darte una ducha, ponerte ropa adecuada y marcharte a realizar una ruta de senderismo.
Las rutas de senderismo en Ons están perfectamente señalizadas y en el punto de información pueden darte algunos mapas si los necesitas. Es buena idea realizar una ruta que te permita parar para cenar unos bocadillos en cualquier lugar bonito, un mirador en el que tengas buenas vistas y te sientas como un príncipe en el mejor restaurante.
De vuelta a tu lugar de estancia, puedes descansar un poco y, ya entrada la noche, anotarte en alguna salida para ver las estrellas o hacerlo por tu cuenta. Al no haber prácticamente contaminación de luz, podrás ver las estrellas con mucha claridad y disfrutar de una experiencia de lo más relajante.
Al día siguiente, levántate sin prisa y vete a disfrutar de nuevo de una de las calas de la isla. Una diferente, porque tienes en donde elegir y si vas antes de que lleguen los barcos, podrás elegir el sitio que más te guste antes de que llegue todo el mundo. Si eres madrugador, podrás hacer una pequeña ruta hasta alguna de las calas más alejadas, dando así un paseo antes de que haga mucho calor y disfrutando luego de la playa y del baño. A la hora de comer, te recomendamos que reserves en restaurante acuña ons y no te pierdas el pulpo al estilo de la isla, uno de los platos más demandados. Puedes dejar acordado el menú o puedes comer a la carta.
Tras la comida, un descanso en la playa y una ducha antes de recoger tus cosas y disponerte a coger el barco de vuelta a la realidad de todos los días, pero con las pilas cargadas como nunca.