Por revistas y redes sociales circulan fotografías de la ría de Vigo que parecen tomadas a vista de dron. En realidad, gran parte de estas instantáneas de postal han sido capturadas desde miradores como A Guía, Soutoxuste o Monte Alba. Estas «atalayas» naturales proporcionan una panorámica privilegiada de la bahía y sus alrededores y pueden superar los ciento cincuenta metros de altitud. Así sucede con O Castro, por ejemplo, es un buen punto de observación de la ciudad, los montes de O Morrazo y las islas cíes vistas desde Vigo.
Este promontorio cercano al Museo de Arte Contemporáneo cuenta con una ubicación privilegiada. Otros miradores obligan al viajero a alejarse de Vigo, pero O Castro dista quinientos metros del Concello y otros puntos de interés. Además de sus vistas, alberga un yacimiento castrexo que sin duda atraerá a los entusiastas de la historia antigua.
Desde el mirador de A Guía se observan también las Cíes, la zona portuaria y los edificios más sobresalientes del municipio vigués. A solos unos pasos se sitúa la ermita de Nosa Señora das Neves y el Parque A Riouxa, que encarecen su atractivo turístico.
Otro de los miradores más visitados de la Ciudad Olívica es el de O Faro. Se alza a casi doscientos metros de altura en la Isla Del Medio, perteneciente al archipiélago de las Cíes. Su pintoresco faro fue construido a mediados del siglo diecinueve.
En Soutoxuste, el mirador de nombre homónimo ofrece una visión admirable del nacimiento de la ría de Vigo, con las cercanas islas As Alvedosas al norte y la de San Simón al sur. Es un destino popular entre los senderistas y aficionados a las excursiones al aire libre.
Otra panorámica de excepción está reservada a los visitantes del mirador del Monte Alba. Esta sea probablemente una de las mayores elevaciones del territorio, con quinientos metros de altura y una visión imponente de Baiona, Val Miñor y por supuesto, las Cíes.